El Padre Almeida (Leyenda de Ecuador) Se dice que en el Convento de San Diego, vivió hace mucho tiempo un joven sacerdote conocido como el padre Almeida, del cual se sabía que llevaba una vida muy libertina, donde se destacaba su afición a tomar aguardiente y al juego. Todas las noches, tratando de pasar desapercibido, el padre Almeida salía del convento por una ventana que daba hacia la calle, la cual se encontraba ubicada a una gran altura y para poder llegar a ella, tenía que apoyarse en una escultura de Cristo colocada en la pared. Se rumora, que cansado de esta situación, el Cristo todas las noches le preguntaba al libertino sacerdote: “Hasta cuando padre Almeida”, a lo que este respondía. “Hasta la vuelta señor”. Cuando pisaba la calle, el espíritu festivo del joven sacerdote se desataba, tomando demasiado aguardiente hasta que comenzaban a asomarse los primeros rayos del sol del otro día. Una de esas madrugadas, cuando regresaba al convento caminando tambalea...