El
“chuzalongo” vive en las montañas; allí se encuentran las pisadas, es del
tamaño de un niño de seis años, con el cabello largo y sucu; del ombligo le
sale un miembro como un bejuco de “chuinsa”.
Para
que no “aviente” el aire malo del chuzalongo que causa la muerte, se entra en
la montaña, se rompe una rama y se marca; así ya ni puede hacer nada. Cuando está marcado ya no ataca a
nadie, es muy juguetón e inquieto y ya no hace nada; pero en cambio tiene un
“humor malo”, después de un momento da un “aire fuerte” y le deja cadáver a una
persona.
Se
cuenta que un agricultor tenía sus tierras en lo alto del monte, una noche cayo
una tormenta y él, muy preocupado por el ganado solo, mando a sus dos hijas a
encerrarlos en el granero, ellas llegaron amarraron al ganado y se entraron en
la cabaña.
Alguien golpeo la puerta abrieron y no había nadie, se dieron la
vuelta y era un pequeño ser con un enorme miembro viril enroscado en su cuerpo
gritaron; pasaron las horas y ellas no regresaron con una mal presentimiento el
anciano tomo su escopeta y se enrumbó hacia la cabaña, la lluvia caya a
cantaros fría y pesada el viento soplaba tan gélido y triste, por fin al mirar
a lo lejos la luz dela cabaña corrió y tumbo la puerta, encontrándose con una
escena horrenda y macabra. Las muchachas tiradas en el piso descuartizadas en
medio de un charco de sangre, y frente a ellas, el ser llamado el chuzalongo
todavía limpiándose su enorme falo dela sangre de las mujeres salto ,corrió y
jamás fue visto de nuevo.
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